Y andarán las naciones a tu luz,
los reyes al resplandor de tu nacimiento. (Isaías 60: 3).
Nuestras casas editoras fueron
establecidas para realizar la obra de Dios: enviar la luz del cielo a todo
lugar habitado del planeta para traer vidas preciosas al seno del redil. Que las casas editoras sean industrias
misioneras destinadas a convertir a la gente; esta tarea las identificará con
la obra del Maestro. Trabajen, velen y
oren en favor de los creyentes por los cuales tenemos que dar cuenta. Este año prueben el remedio que nos recetó el
Señor contra el mal. Que cada uno haga
lo que Dios espera de él, contemplar a Jesús, quien es el dueño de toda
criatura.
Los obreros que tienen alguna
parte en esta empresa, recuerden que Dios los convoca para formar una asociación
de trabajadores cristianos que lleguen a ser un espectáculo al mundo, a los
ángeles y a los hombres. Que haya
pequeños grupos que se reúnan para estudiar la Biblia en las tardes, o temprano
al comenzar el día. Dispongan tiempo
para orar con el fin de ser fortalecidos, iluminados y santificados por el
Espíritu Santo. Este es el plan que
Cristo desea que se realice en el corazón de todos los que integran los
distintos departamentos de la obra de publicaciones. Si lo hacen de este modo, recibirán una gran
bendición por parte de Uno que consumió su vida en el servicio, ofrendándola
para redimimos.
Deben tener el poder del Espíritu
Santo, sin el cual ustedes no podrán llegar a ser vencedores. Como resultado de compartir el tiempo
destinado a implorar por las bendiciones de Dios, podrán dar muchos testimonios
acerca del establecimiento de relaciones afectuosas entre los compañeros de
trabajo. En esas ocasiones, que cada uno
tenga la oportunidad de compartir su experiencia con palabras sencillas. Esto alegrará y confortará el corazón más que
las ofrendas musicales que puedan presentarse en el Tabernáculo. Permitamos a Cristo que entre al corazón.
La obra de cada creyente es
agresiva. Diariamente hay una
guerra. Cristo dice a los que
administran y a los obreros de las casas editoras: "Vosotros sois mis
testigos" (Isa. 43: 10). Piénsenlo,
hablen y procedan de acuerdo a esto. El
cielo está justo en la siguiente puerta.
Abran la que está en dirección al cielo, y cierren la puerta que está
orientada hacia el mundo. Dios convoca a
los obreros de todos los departamentos de cada editorial. ¿Prestarán ahora
atención a su voz y le abrirán a Jesús la puerta del corazón? ¿Amarán al que
dio su vida por ustedes?.- Manuscript Releases, t. 12, pp. 46, 47. 152
AUDIO. https://youtube.com/playlist?list=PLvgp0opDuRFzYiJ_3Qer1djKIxMXbo7sk
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