Porque éstos son falsos
apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y
no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. (2
Corintios 11: 13, 14).
La verdad es eficaz y, al
obedecerla, es poder que transforma la mente a la imagen de Cristo. La verdad
tal cual es en Jesús es la que sensibiliza la conciencia y convierte la mente y
el corazón mediante el Espíritu Santo. Sin embargo, hay muchos que, careciendo
de discernimiento espiritual, toman la letra desnuda de la Palabra y la
encuentran desprovista del Espíritu de Dios, lo cual no vivifica la mente ni
santifica el corazón. Pueden ser capaces de citar el Antiguo Testamento y el
Nuevo Testamento, y conocer las órdenes y las promesas de la Palabra de Dios,
pero a menos que el Espíritu Santo afirme la verdad en el corazón e ilumine la
mente con la luz divina, nadie caerá sobre la Roca y será quebrantado, porque
él es el agente divino que vincula al creyente con Dios.
Sin la iluminación del Espíritu de
Dios no estaremos en condiciones de discernir entre la verdad y el error. En
consecuencia, caeremos en las trampas y los engaños maestros que Satanás armará
para el mundo. Estamos cerca del fin de la controversia entre el Príncipe de la
luz y el príncipe de las tinieblas, y pronto los engaños del enemigo probarán
nuestra fe. Satanás obrará milagros en presencia de la bestia, y engañará
"a los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer
en presencia de la bestia" (Apoc. 13: 14).
Pero, aunque el príncipe de este
mundo cubra la tierra de oscuridad y tinieblas, el Señor manifestará a la gente
su poder de conversión. Hay una obra que todavía debe hacerse, similar a que se
realizó en ocasión derramamiento del Espíritu Santo en los días de los
discípulos, cuando predicaron a Cristo y a Cristo crucificado. Muchos se
convertirán en un solo día, porque el mensaje; avanzará con poder. Por esto
puedo decir: Pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente,
sino también en poder, en el Espíritu Santo" (1 Tes. 1: 5). Es el Espíritu
Santo el que conduce a los creyentes a Cristo, por cuanto él toma los asuntos
de Dos y los muestra a los pecadores. Jesús dijo: "El me glorificará;
porque tomará de lo mío, y os lo hará saber" (Juan 16: 14).- Review and
Herald, 29 de noviembre de 1892.
AUDIO. https://youtube.com/playlist?list=PLvgp0opDuRFw6vQ5YVlIonyXAPELBB7Zt
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