Venid luego, dice
Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la
nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como
blanca lana. (Isaías 1:18).
Cuando recuerde que
Cristo pagó el precio de su propia sangre para redimirlo a usted y también a
otros, será inducido a captar los brillantes rayos de su justicia para
dirigirlos sobre el sendero de los que viven a su alrededor. No debe vivir pensando que en un futuro
distante será santificado; es ahora cuando debe recibir la santificación por
medio de la verdad. El profeta exhorta: "Buscad a Jehová mientras puede
ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. Deje el impío su camino, y el
hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él
misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar" (Isa.
55:6,7). Y Jesús dijo: "Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre
vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos... hasta lo último de la
tierra" (Hech. 1:8).
Tenemos que recibir el Espíritu Santo. Hemos tenido la idea de que este don de Dios no es para seres como nosotros, y de que el Espíritu Santo es demasiado sagrado o por demás santo para nosotros; pero es el Consolador que Cristo prometió a sus discípulos para hacerles recordar todo lo que él les había dicho. Entonces, cesemos de mirarnos a nosotros mismos y miremos a Aquel de quien viene toda virtud.
Ninguno
puede mejorarse a sí mismo, pero sí ir a Jesús tal como es, deseando
sinceramente ser limpiado de toda mancha de pecado y recibir el don del
Espíritu Santo. No debemos dudar de su misericordia, y decir: "No sé si
estoy salvado, o no". Con una fe viva debemos aferrarnos de su promesa,
porque él dijo: "Si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve
serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como
blanca lana".
Tenemos que ser
testigos de Cristo, y reflejar sobre otros la luz que el Señor permite que
brille sobre nosotros. Debemos ser
fieles soldados marchando bajo la enseña ensangrentada del Príncipe Emanuel.-
Signs of the Times, 4 de abril de 1892. 299
AUDIO: https://youtube.com/playlist?list=PLvgp0opDuRFxYbpvM5t67YPIWXD9NDE5p
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