Pues para esto fuisteis
llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para
que sigáis sus pisadas; el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca;
quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no
amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente; quien llevó él mismo
nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando
muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis
sanados. (1 Pedro 2:21-24).
Jesús fue afligido en
todas nuestras aflicciones. El Capitán de nuestra salvación fue hecho perfecto
por medio del sufrimiento. En esta vida seremos probados para ver si somos
capaces o no de soportar la prueba de Dios. Las tentaciones de Satanás vendrán
sobre nosotros para probarnos, pero la pregunta de mayor importancia es:
¿Caeremos vencidos, o venceremos?... Como nuestro gran ejemplo, podremos
afrontar a Satanás con el arma de la Palabra de Dios, diciéndole cuando nos
tiente a hacer el mal: "Está escrito" (Mat. 4:4).
Satanás sabe mejor que
muchos profesos cristianos lo que está escrito, porque es un estudiante
diligente de la Biblia. Pero él obra para pervertir la verdad y llevar a los
hombres por el sendero de la desobediencia. Los induce a descuidar la
investigación de la Palabra de Dios porque sabe que testifican contra él al
denunciar que sus obras son malas. Lo describe como el ángel apóstata que cayó
del cielo arrastrando en la rebelión contra su Creador a una tercera parte de
las huestes celestiales.
Satanás está buscando
continuamente apartar la mente humana de Dios y de su Palabra. Sabe que si
puede conseguir que los hombres descuiden las Escrituras, pronto podrá
desviarlos de sus preceptos, y finalmente los hará olvidar a su Hacedor. Al
aceptar las sugerencias e instrucciones del adversario de Dios y del hombre,
los hombres malos y los ángeles caídos formarán una confederación contra el
Dios del cielo.
Los que desean ser
leales a su Hacedor estarán sujetos a pruebas y tentaciones, pero si realmente
viven para él y tienen sus vidas escondidas con Cristo en Dios, también sabrán
lo que es tener las bendiciones que Dios derrama sobre los fieles y obedientes.
-Signs of the Times, 28 de agosto de 1893. 373
AUDIO: https://youtube.com/playlist?list=PLvgp0opDuRFxYxSediZEkmM9O7h0NazSc
No hay comentarios:
Publicar un comentario