Por cuanto has guardado
la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que
ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra.
(Apocalipsis 3:10).
Entre las fuerzas del bien y del mal se desarrolla una batalla continua que involucra a los ángeles de Dios y a los ángeles caídos. Estamos rodeados por delante y por detrás, a la derecha y a la izquierda.
El conflicto que estamos atravesando es el último que tendremos en este mundo. Nos encontramos en la etapa más reñida. Los dos bandos están luchando por alcanzar la supremacía. En esta contienda no podemos ser neutrales.
Debemos colocarnos de un lado o del otro.
Si nos situamos del lado
de Cristo y lo reconocemos ante el mundo en palabra y en hecho, seremos un
testimonio vivo que declarará a quién decidimos servir y honrar. En esta hora
importante de la historia de la tierra no podemos permitirnos dejar a nadie en
la incertidumbre respecto a qué grupo pertenecemos...
"Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra" (Apoc. 3:10).
En este pasaje se presenta la hora de prueba que ha de probar a todos los que viven sobre la tierra. Estamos viviendo ahora en esta hora de prueba.
Ninguno puede escapar de este conflicto.
Si en nuestra vida hay
defectos de carácter que no nos estamos esforzando por vencer, podemos estar
seguros de que el enemigo tratará de aprovecharlos, porque está vigilando con
atención y procurando arruinar la fe de todos.
A fin de obtener la victoria sobre todo ataque del enemigo, debemos aferramos de un poder que está fuera y más allá de nosotros. Debemos mantener una constante y viva conexión con Cristo, quien tiene poder para dar la victoria a toda persona que mantenga una actitud de fe y humildad.
Si somos autosuficientes, y pensamos que podemos
seguir como nos plazca y al fin estar del lado correcto, encontraremos que hemos
cometido un terrible error. Como quienes tienen la esperanza de recibir la
recompensa que corresponde al vencedor, debemos continuar en la lucha
cristiana, aunque en cada avance encontremos oposición.- Review and Herald, 9
de julio de 1908. 368
AUDIO: https://youtube.com/playlist?list=PLvgp0opDuRFxYxSediZEkmM9O7h0NazSc
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