Y sobrevino temor a
toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. Todos
los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y
vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad
de cada uno. (Hechos 2:43-45).
No es por mezquindad de parte de Dios que hay escasez del Espíritu Santo en nuestras iglesias. Sólo ellas pueden cambiar esta carencia. Dios dice a su pueblo: "Levántense y despierten su interés por las cosas santas".
¿Dónde está nuestra fe? ¿De qué modo sostendremos una relación adecuada con Jesucristo? ¿Lo seguimos en forma estable negándonos a nosotros mismos? ¿Presentamos la verdad en forma comprensible?
Cuando Dios derrame su Espíritu sobre las iglesias, llevarán
fruto para su gloria. La espada del Espíritu, recién afilada con poder, cortará
con ambos filos.
En la viña de Dios hay
que realizar una obra seria. El mensaje del tercer ángel tiene que ser
proclamado en alta voz sobre la tierra. Cada rastro de falta de honradez en los
negocios y cada vestigio de egoísmo deben ser eliminados por la lluvia tardía. Toda
idolatría tiene que ser destruida. Sea derribado cada altar, excepto el que
santifica el don y al dador: la cruz del calvario.
Nuevos territorios deben ser añadidos al reino de Dios. Nuevas áreas de la viña moral han de ser cultivadas como huertos del Señor. El honor de la ley de Dios tiene que ser vindicado ante los mundos no caídos, ante el universo celestial y ante el mundo caído. Vendrá la persecución más cruel, pero cuando se levante Sión, y se ponga sus hermosas vestiduras, brillará con la belleza de la santidad.
Dios desea que tengamos más vida y más poder, porque la gloria de Dios ha nacido sobre la iglesia. Si la verdad es recibida, la repulsiva esterilidad no seguirá existiendo. La Palabra de Cristo es vida eterna para quien la recibe.
Bible
Training School, 1º de diciembre de 1903. 341
AUDIO: https://youtube.com/playlist?list=PLvgp0opDuRFwjWa2SHI3SNHhSGZU_y_aG
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