Después de estas cosas
vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy
tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande... Y lo llevó fuera, y le
dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia. Y creyó
a Jehová, y le fue contado por justicia. (Génesis 15:1,5,6).
El Señor llamó a
Abrahán para que fuera un canal de luz y de bendición y tuviera una influencia
creciente, y para que Dios pudiera tener un pueblo sobre la tierra. Abrahán
debía estar en el mundo para reflejar el carácter de Jesús. Cuando recibió el
llamamiento divino, no era una persona de renombre, tampoco un legislador, ni
un conquistador. Era un sencillo pastor que habitaba en tiendas, pero que
empleaba a una gran cantidad de trabajadores para llevar a cabo su humilde
labor. El honor que recibió fue por causa de su fidelidad a Dios, su estricta
integridad y su trato justo.
El Señor dijo de él:
"¿Encubriré yo a Abrahán lo que voy a hacer, habiendo de ser Abrahán una
nación grande y fuerte, y habiendo de ser benditas en él todas las naciones de
la tierra? Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que
guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio, para que haga venir
Jehová sobre Abrahán lo que ha hablado acerca de él" (Gén. 18:17-19).
La vida abnegada de
Abrahán lo convirtió verdaderamente en un "espectáculo al mundo, a los
ángeles y a los hombres" (1 Cor. 4:9). Y el Señor declaró que bendeciría a
los que bendijeran a Abrahán, y que castigaría a los que le hicieran daño o lo
maltrataran. Mediante la experiencia religiosa de Abrahán se ha comunicado a
miles un correcto conocimiento de Jehová; y su luz todavía emite rayos a lo
largo del camino de los que practican la piedad, la fe, la devoción y la
obediencia del patriarca.
Abrahán tenía un
conocimiento de Cristo; porque el Señor lo había iluminado con respecto al
Redentor del mundo. Y él hizo saber a su familia y a sus hijos que las ofrendas
del sacrificio prefiguraban a Jesús, el Cordero de Dios, que iba a ser sacrificado
por los pecados del mundo. Es así como reunió conversos que creían en el único
Dios vivo y verdadero.- The Youth's Instructor, 4 de marzo de 1897. 258
AUDIO: https://youtube.com/playlist?list=PLvgp0opDuRFzZ_A1Yl5Cue5fxawAPGjut
No hay comentarios:
Publicar un comentario