viernes, 25 de agosto de 2023

17. “TRABAJAR, PORQUE LLEGA LA NOCHE DE LA TIERRA”

Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad. Daniel 12:3.

La obra que se nos confió es grande e importante; y para cumplirla necesitamos obreros sabios, desinteresados, capaces de consagrarse abnegadamente a la salvación de las almas. No hay lugar para los tibios; Cristo no puede usarlos.

Se necesitan hombres y mujeres cuyo corazón sea sensible a los sufrimientos humanos y que demuestren por medio de su vida que reciben y transmiten la luz, la vida y la gracia.

Los hijos de Dios deben acercarse a Cristo a través de la abnegación y el sacrificio, con el único propósito de dar al mundo entero el mensaje de misericordia.

Algunos trabajarán de un modo y otros de otro, según la manera en que el Señor los llame y conduzca. Pero todos deben trabajar en armonía, esforzándose por mantener en la obra un carácter de perfecta unidad.

De viva voz y por la pluma deben trabajar para él. La Palabra de la verdad impresa debe ser traducida en varias lenguas y llevada a los extremos de la tierra.

Mi corazón está oprimido porque un número tan grande de los que podrían trabajar no hacen nada. Son juguetes de las tentaciones de Satanás. Cada miembro de la iglesia debe trabajar mientras dure el día; porque viene la noche cuando nadie puede trabajar.

Muy pronto sabremos lo que es la noche. El Espíritu de Dios, contristado, se retira de la tierra.

Las naciones están airadas unas contra otras. Se hacen inmensos preparativos para la guerra. La noche se acerca. Levántese la iglesia para cumplir la tarea que le ha sido asignada. Todo creyente, cualquiera sea el grado de su instrucción, puede llevar el mensaje.

La eternidad se extiende ante nosotros. El telón está por levantarse. ¿Qué estamos pensando al aferrarnos egoístamente a nuestra comodidad mientras en derredor nuestro hay almas que perecen? ¿Está nuestro corazón completamente endurecido? ¿No podemos ver y comprender que nos incumbe hacer una obra en favor de nuestros semejantes?

 Hermanos y hermanas, ¿son de los que teniendo ojos no ven y teniendo oídos no oyen? ¿Será en vano que Dios les haya revelado su voluntad?

 ¿Será en vano que les haya dirigido amonestación tras amonestación con respecto a la proximidad del fin? ¿Creen las declaraciones de su Palabra tocante a las cosas que han de sobrevenir al mundo?

 ¿Creen que los juicios de Dios están suspendidos sobre los habitantes de la tierra? En caso afirmativo, ¿cómo pueden quedar tranquilos, ociosos e indiferentes? —Joyas de los Testimonios 3:294,295. [246]

AUDIO. https://www.youtube.com/watch?v=sAOb-Iz5Mm8&list=PLVsLdOIe7sVsnBRseMSkyoXHPttCi0_gq&index=26&pp=gAQBiAQBsAQB



sábado, 19 de agosto de 2023

16. “ACTOS DE SIMPATÍA Y DE AYUDA ABREN PUERTAS”

Como El hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos. (Mateo 20:28).

Muchos no tienen fe en Dios y han perdido su confianza en los hombres, pero aprecian los actos de simpatía y de ayuda.

Cuando ven a uno que sin el incentivo de la alabanza o la compensación terrenales viene a sus hogares para ministrar a los enfermos, alimentar a los hambrientos, vestir a los desnudos y confortar a los tristes, y siempre señalando a todos a Aquel de cuyo amor y compasión el obrero humano es sólo el mensajero, al ver eso, sus corazones serán tocados.

  Surgirá la gratitud; se encenderá la fe. Ven que Dios se interesa por ellos, y estarán preparados para escuchar las enseñanzas de su Palabra.

Sea en los campos extranjeros o en los locales, todos los misioneros, hombres o mujeres, obtendrán un acceso más libre a las personas, y verán su utilidad muy acrecentada si son capaces de ministrar a los enfermos.

Las mujeres que van como misioneras a países paganos pueden encontrar así oportunidades para dar el Evangelio a las mujeres de esos países cuando toda otra puerta de acceso esté cerrada. Todos los obreros evangélicos debieran saber cómo dar tratamientos sencillos que hacen tanto para aliviar el dolor y eliminar la enfermedad.

Los obreros evangélicos debieran también ser capaces de dar instrucciones en cuanto a los principios de la vida saludable. Hay enfermedad por todas partes, y muchas de ellas podrían ser evitadas si se atendieran las leyes de la salud.

La gente necesita ver la influencia de los principios de salud sobre su bienestar tanto en esta vida como para la venidera.

Necesitan despertar a su responsabilidad en cuanto a su habitación humana, provista por su Creador como lugar para que Él pueda morar y de la cual desea que sean buenos mayordomos.

Miles necesitan instrucción en cuanto a métodos sencillos de tratar a los enfermos, y los recibirían con gozo; estos métodos han de ocupar el lugar de las drogas venenosas. Hay gran necesidad de instrucción con respecto a la reforma en la alimentación.

Los hábitos equivocados de alimentación y el uso de alimentos malsanos son en grado no pequeño los responsables por la intemperancia, el crimen y la miseria que son una maldición en el mundo.

Al enseñar los principios de salud debemos mantener ante nosotros el gran objetivo de la reforma, el de asegurar el más alto desarrollo del cuerpo, la mente y el alma.

Mostremos que las leyes de la naturaleza, que también son leyes de Dios, fueron diseñadas para nuestro bien, y que la obediencia a ellas promueve la felicidad en esta vida, y contribuye a la preparación para la vida venidera. Review and Herald, 24 de diciembre de 1914. RJ238/EGW/MHP 239

AUDIO. https://www.youtube.com/watch?v=gLcQgSkSS-0&list=PLtrFh-HO7ogB76sYN7DCjayfXOcZf-su7&index=20&pp=gAQBiAQBsAQB

 

martes, 1 de agosto de 2023

15. JESÚS ERA AMIGO DE TODOS LOS SERES HUMANOS.

Y diciendo luego: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad; quita lo primero, para establecer esto último (Hebreos 10:9).

La dignidad de Cristo como Maestro divino era de un orden superior a la de los sacerdotes y gobernantes.

 Era diferente de toda la pompa mundana, pues era divina. Hacía caso omiso a toda ostentación mundanal, y mostraba que consideraba los niveles sociales, fijados por la opulencia y el rango, como enteramente sin valor.

Él había descendido... de su alto puesto de comando para traer a los seres humanos el poder de llegar a ser hijos de Dios; y el rango terrenal no tenía el más mínimo valor para El.

Podría haber traído consigo a diez mil ángeles si le hubieran podido ayudar en la obra de redimir a la raza caída.

Cristo dejó de lado los hogares de los ricos, las cortes de la realeza, los renombrados centros de educación, y se estableció en un hogar humilde y despreciado de Nazaret.

Su vida, desde el principio hasta el fin fue de humildad y modestia.

La pobreza llegó a ser sagrada por su vida de pobreza.

No quiso asumir una actitud de formalidad que hubiera impedido a los hombres y mujeres de condición más modesta de venir a su presencia y escuchar sus enseñanzas...

Ningún maestro honró de esa manera al hombre como lo hizo Jesucristo.

Era conocido como amigo de publicanos y pecadores. Se mezclaba con todas las clases y sembraba la verdad en el mundo.

En el mercado y la sinagoga proclamó su mensaje. Aliviaba toda suerte de sufrimiento, tanto físico como espiritual.

Sembraba junto a todas las aguas la simiente de la verdad.

Su único deseo era que todos pudieran tener salud espiritual y física.

Era el amigo de todo ser humano. ¿No se había comprometido a traer vida y luz a todos los que le recibieran? ¿No se había comprometido a darles poder para llegar a ser hijos de Dios?

Se entregó total y completamente a la obra de salvar almas...

Mientras andaba "haciendo bienes", la experiencia de cada día era una entrega de su vida. Sólo de una manera podía sostenerse esa vida. Jesús vivía en total dependencia de Dios y en comunión con El.

Los hombres acuden de vez en cuando al lugar secreto del Altísimo, a la sombra del Omnipotente; permanecen allí por un tiempo, y los resultados se manifiestan en buenas obras; luego falla su fe, y se interrumpe la comunión, y la obra de la vida se arruina.

Pero la vida de Jesús fue de constante confianza, sostenida por una comunión continua; y su servicio para el cielo y la tierra no vio fracasos ni vacilaciones.

Como hombre suplicaba al trono de Dios, hasta que su humanidad se cargaba con la corriente celestial que conectaba la humanidad con la divinidad. Recibía vida de Dios y la impartía a los hombres.

 -Signs of the Times, 7 de junio de 1905. RJ220/EGW/MHP 221

AUDIO. https://www.youtube.com/watch?v=-7DbR5M-wKI&list=PLtrFh-HO7ogB76sYN7DCjayfXOcZf-su7&index=2&pp=sAQB

23. “LA CONVERSIÓN CREA NUEVOS INTERESES”

En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos. Efesios 4:22. Dios ...