Más la
senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el
día es perfecto. Prov. 4:18.
Carta
dirigida a un evangelista en la ciudad de Nueva York
EL AMOR DE
CRISTO en el corazón, que revela por medio de la vida su maravilloso poder, es
el mayor milagro que puede realizarse ante el mundo caído y contencioso.
TRATEMOS de obrar este milagro, no con nuestro propio poder sino en el nombre
del Señor Jesucristo, de quien somos y a quien servimos.
LLENÉMONOS
DE CRISTO, y el poder milagroso de su gracia será tan plenamente revelado en la
transformación del carácter que el mundo se convencerá de que Dios envió a su
Hijo al mundo para que los hombres sean como ángeles en carácter y vida.
LOS QUE
VERDADERAMENTE creen en Cristo se sientan junto a Él, en los lugares
celestiales. ACEPTEMOS la insignia del cristianismo.
NO ES UN
DISTINTIVO EXTERNO, no es usar una cruz o una corona, sino algo que revela la
unión del hombre con Dios.
DESPOJÉMONOS
"del viejo hombre con sus hechos, y. . . revestido del nuevo, el cual
conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento
pleno" (Col. 3:9,10).
LA BELLEZA
DE LA SANTIDAD se revela a medida que los cristianos se unen, fusionándose en
el amor de Cristo.
"ASÍ
QUE, HERMANOS, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la
sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del
velo, esto es, de su carne, y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios,
acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los
corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura. Mantengamos
firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que
prometió. Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las
buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre,
sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca"
(Heb. 10:19-25).
EXISTE
SÓLO UNA VERDADERA RELIGIÓN, sólo un camino al cielo, sólo una luz para
iluminar la senda a medida que los peregrinos avanzan de prisa.
EN TANTO
PROSIGAMOS en el conocimiento del Señor, reconoceremos a cada paso que Cristo
es la "Luz del mundo", que El es "el Camino, la Verdad, y la
Vida"; y veremos que la senda por la que nos pide que transitemos es
"como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es
perfecto" (Prov. 4:18). . .
EL SEÑOR
ES BUENO y ha de ser alabado en gran manera. . . Cuán bendecido, cuán
doblemente bendecido es el hogar en el cual el padre, la madre y los hijos
están consagrados al servicio de Cristo. ATO 231/EGW/MHP
AUDIO.
https://www.youtube.com/watch?v=LZhRp7LB7jc&list=PLVsLdOIe7sVs-6JAFLmSQ0nxijVcKBaSA&index=7
(Carta
126, del 7 de agosto de 1902, dirigida a un evangelista en la ciudad de Nueva
York). 232
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