¡Cuán grande es la responsabilidad depositada sobre los discípulos de Cristo! ¡Cuán imperativo el deber de reflejar la luz del cielo sobre un mundo envuelto en tinieblas! Cuanto más cerrada sea la oscuridad circundante, tanto más potente debiera ser la luz de la fe y el ejemplo cristianos. Dios Nos Cuida Pág.185.
viernes, 31 de marzo de 2023
04. SER SEMEJANTES A JESÚS EN EL ESTUDIO DE LA PALABRA DE DIOS (EGW) AUDIO. La verdadera sabiduría es un tesoro tan duradero como la eternidad. Muchos de los que el mundo llama sabios sólo lo son en su propia estima. Contentos con la adquisición de la sabiduría mundana, nunca entran en el huerto de Dios para familiarizarse con los tesoros del conocimiento encerrados en su santa Palabra. Haciéndose sabios, son ignorantes de la sabiduría que todos debemos tener para ganar la vida eterna. Albergan desprecio por el Libro de Dios, el que si fuera estudiado y obedecido los haría realmente sabios. Para ellos la Biblia es un misterio impenetrable; y le son oscuras las grandiosas y profundas verdades del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento, porque no disciernen espiritualmente las verdades espirituales. Necesitan aprender que el temor de Jehová es el principio de la sabiduría, y que sin esa sabiduría vale poco su conocimiento. Los que se esfuerzan por lograr una educación científica, pero no han aprendido la lección de que el temor de Dios es el principio de la sabiduría, proceden incapazmente y sin esperanza, dudando de la realidad de todo. Pueden adquirir una educación científica, pero a menos que obtengan un conocimiento de la Biblia y un conocimiento de Dios, no poseen la verdadera sabiduría. El iletrado, si conoce a Dios y a Jesucristo, tiene más sabiduría perdurable que el más instruido que desprecia la instrucción de Dios. -3CBA 1174.
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