jueves, 20 de febrero de 2020

06. BALAAM Y JUDAS.


La suerte de Balaam se asemejó a la de Judas, y los caracteres de ambos son muy parecidos.  Trataron de reunir el servicio de Dios y el de Mammón, y fracasaron completamente.  Balaam reconocía al verdadero Dios y profesaba servirle; judas creía en Cristo como el Mesías y se unió a sus discípulos.  Pero Balaam esperaba usar el servicio de Jehová como escalera para alcanzar riquezas y honores mundanos; al fracasar en esto, tropezó, cayó y se perdió.  Judas esperaba que su unión con Cristo le asegurase riquezas y elevación en aquel reino terrestre que, según creía, el Mesías estaba por establecer.  El fracaso de sus esperanzas le empujó a la apostasía y a la perdición.  

Tanto Balaam como Judas Recibieron MUCHA ILUMINACIÓN ESPIRITUAL y ambos gozaron de grandes prerrogativas; pero un solo pecado que ellos abrigaban en su corazón, envenenó todo su carácter y causó su destrucción.

Es cosa peligrosa albergar en el corazón un rasgo anticristiano.  Un solo pecado que se conserve irá depravando el carácter, y sujetará al mal deseo todas sus facultades más 482 nobles.  La eliminación de una sola salvaguardia de la conciencia, la gratificación de un solo hábito pernicioso, una sola negligencia con respecto a los altos requerimientos del deber, quebrantan las defensas del alma y abren el camino a Satanás para que entre y nos extravíe.  El único procedimiento seguro consiste en elevar diariamente con corazón sincero la oración que ofrecía David:  "Sustenta mis pasos en tus caminos, porque mis pies no resbalen." (Sal. 17: 5.) PP EGW

jueves, 13 de febrero de 2020

25. EL ESPÍRITU PUEDE SER AGRAVIADO. I. LA VENIDA DEL ESPÍRITU.


Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.  
(Efesios 4: 30).
Quisiera que todos mis hermanos y hermanas pudieran recordar que es un asunto serio contristar al Espíritu Santo.  Se entristece cuando el agente humano actúa en forma independiente, y cuando rehúsa entrar en el servicio del Señor porque considera que la cruz es muy pesada, o el renunciamiento demasiado grande.  El Espíritu busca habitar en cada creyente, y si es bienvenido como huésped de honor, los que lo reciben llegarán a ser perfectos en Cristo la buena obra comenzada será concluida, y los pensamientos santos, los sentimientos celestiales y las acciones semejantes a las de Cristo ocuparán el lugar de los pensamientos impuros, los sentimientos perversos y los actos de rebeldía.

El Espíritu Santo es el maestro divino.  Si deseamos aprender sus lecciones, llegaremos a ser sabios en la salvación.  Sin embargo, necesitamos guardar bien nuestros corazones, puesto que con frecuencia olvidamos las instrucciones divinas que nos instan a no proceder de acuerdo con las inclinaciones naturales de una mente no consagrada.  Cada uno necesita pelear su propia batalla contra el egoísmo.  Preste atención a las enseñanzas del Espíritu Santo.  Si las escucha, las repetirá una y otra vez hasta que las impresiones se graben en forma indeleble, como si hubieran sido esculpidas en la roca.

Siendo que Dios nos compró, reclama un trono en cada corazón.  Mente y cuerpo tienen que estar subordinados a él.  Los hábitos naturales y apetitos, deben quedar subyugados por los deseos más elevados del ser.  Sin embargo, no podemos depender de nosotros mismos para realizar esta obra.  Es imposible estar seguros si pretendemos ser nuestros propios guías.  El Espíritu Santo debe renovarnos y santificarnos.  En el servicio de Dios no puede haber obras a medias, los que profesan servirle y son indulgentes con sus impulsos naturales, van a descarriar a otros creyentes.  Cristo dijo:  "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente" 
 (Mat. 22: 37).  "Haz esto, y vivirás"  (Luc. 10: 28).- Manuscript Releases, t. 18, pp. 47, 48. 36

23. “LA CONVERSIÓN CREA NUEVOS INTERESES”

En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos. Efesios 4:22. Dios ...